martes, 3 de mayo de 2011

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha anunciado esta tarde que todos los institutos públicos que lo deseen podrán sumarse al proyecto de bachilleratos de excelencia, con el objetivo de extender el alcance de los nuevos estudios que anunció hace unos días para los alumnos con mejores calificaciones de la región. Aguirre ha hecho este nuevo anuncio durante un discurso en el Foro ABC, en el que ha asegurado que prefiere llamar a este tipo de estudios "bachillerato de exigencia".
El nuevo bachillerato se pondrá en marcha en dos fases: primero, arrancará en el instituto San Mateo del centro de la capital como experiencia piloto. Una vez evaluada esta experiencia, según fuentes de la Consejería de Educación, se incorporará una segunda fase en el resto de institutos. A partir de 2012, podrán existir otros centros dedicados exclusivamente a ofrecer este tipo de estudios o que los institutos incorporen aulas de excelencia junto al bachillerato normal.
La selección de los profesores
El instituto San Mateo se utilizará como centro de formación de los profesores que vayan a impartir el bachillerato de excelencia en otros centros y que cobrarán un complemento a su sueldo, que la Consejería de Educación aún no ha detallado. Esa preparación de docentes se llevará a cabo por maestros seleccionados por una comisión de profesores universitarios que designará la Consejería de Educación, entre aquellos que lo deseen.
Para acceder al bachillerato de excelencia, los alumnos deberán haber superado previamente el examen para los premios extraordinarios de secundaria, que servirá para evaluarlos. Se trata de una prueba voluntaria que realizan estudiantes con una Mención Honorífica en secundaria (con una nota media superior al ocho y más de un siete en la prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables de secundaria). En Madrid hay unos 3.000 alumnos que podrían presentarse a esa prueba, según estimaciones de la Consejería.
Aguirre ha justificado la puesta en marcha de estos nuevos estudios en que es una "oportunidad" para "los alumnos más capaces, los que quieren dedicar más tiempo a los estudios, los que están volcados en el esfuerzo y en el mérito" tengan oportunidad de seguir mejorando. "Con una mayor exigencia, no les vamos a regalar nada", ha zanjado. También ha criticado a los socialistas por cuestionar su propuesta. "Los socialistas creen que es un privilegio y no es así", ha afirmado.
El Ministerio de Educación, en una respuesta poco habitual porque no suele entrar a valorar decisiones regionales, tildó la propuesta, cuando fue anunciada, de "segregadora", contraria "al principio básico de socialización en las aulas". El modelo ha sido criticado por la izquierda y la confederación laica de padres de alumnos, que lo consideran segregador. Del otro lado, populares, sindicatos de concertada y otra parte de los padres de alumnos se muestran a favor de "estimular" a los más listos. Al debate se suman el Gobierno y otros expertos, que también prefieren recetas más integradoras. Y fuera de España, Francia, Reino Unido y EE UU contemplan fórmulas similares.

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